El que piensa que la basura es el final de la vida de un producto vive en el pasado. Hoy, a partir de la basura es posible crear nuevos artículos, atendiendo a la demanda de un mercado consumidor consciente.

Esa fue la idea de Roberta Alves, 37 años, más conocida como Docinho. Hace cinco meses, ella cambió los 15 años vividos como recolectora de basura por el emprendedurismo.

“Vi una oportunidad de negocio en el vertedero, una esperanza de una vida mejor. El material recolectado puede ser usado para la producción de diversos productos. Tuve la idea de hacer escobas”, explica Docinho.

Actualmente, diez recolectores de basura forman parte del equipo de la empresaria, que produce hasta 100 piezas al día. La acción de esos profesionales es una práctica cada vez más frecuente en Brasil. Según una encuesta realizada por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), en abril de 2012, en la actualidad hay entre 400 mil y 600 mil recolectores de material reciclable en actividad en el país y por lo menos 1,1 mil organizaciones colectivas.

Entre algunos de los productos que pueden ser producidos están: perchas, reglas, tubos, grifos, tejas, relojes, mármoles sintéticos, pinturas, barnices, ropas, edredones, mantas y alfombras. Muchas veces son de mejor calidad, menor coste y mayor durabilidad.

En la Rio+20

Durante la Conferencia, 69 recolectores estarán en los lugares oficiales de los eventos actuando como educadores ambientales, para orientar, sensibilizar y crear conciencia sobre la importancia de la recolección selectiva.