El documento aprobado por los Jefes de Estado en Rio+20 incluye una meta para la reducción de los detritos marinos, en especial el plástico, hasta 2025. A pesar de haber sido una de las pautas, luego de la consulta popular realizada por internet, la comisión ubicó este modo de contaminación como prioridad para la conservación del medio ambiente marino.

La Presidenta Dilma Rousseff subrayó, en su discurso, la importancia socioeconómica de los océanos y resaltó la necesidad de conservar y usar de manera sustentable la biodiversidad marina de las áreas más allá de las jurisdicciones nacionales. Estos recursos tienen gran potencial económico de aplicación en la industria, inclusive en la farmacéutica. 

El documento establece el plazo de 2014 para que la Asamblea General de las Naciones Unidas decida sobre el desarrollo del instrumento internacional para implementar la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de esos recursos. 

Este texto ya había sido acordado informalmente, pero después de la votación por internet – la mayor de la red civil – el párrafo se hizo más importante y la comisión resaltó el plástico como una preocupación especial. La Gran Isla de Basura del Pacifico descubierta en 1997 por Charles Moore, es uno de los principales íconos de la depredación provocada por el plástico en los océanos.